
Nota: Autor Rodrigo Cobas
Evidentemente, entre el clima y mis compromisos personales, estoy destinado a las escapadas laborales del mediodía los días viernes. En esta nueva salida de pesca, me encontré con un Río de la Plata teñido de verde. Finalmente, el año pasado se registraron pocas capturas y, en su mayoría, de tamaño reducido.
Lamentablemente, la bajante dejó en evidencia la presencia de cianobacterias. Las cianobacterias son microorganismos fotosintéticos que proliferan en cuerpos de agua dulce y salada cuando se combinan altas temperaturas, nutrientes excesivos (como fósforo y nitrógeno) y poca renovación del agua. Aunque son parte natural de los ecosistemas, su proliferación excesiva puede generar toxinas dañinas para la vida acuática y humana.
Existen muchas teorías sobre por qué nos quedamos sin bogas durante años. Mi teoría personal es que, durante el verano de 2020, cuando se registró la mayor cantidad de cianobacterias, los peces murieron o migraron a zonas muy alejadas. Durante 2021, no hubo capturas de bogas en absoluto. En 2022, solo algunas recién nacidas que pescamos con mojarreros.
Finalmente, el año pasado se registraron pocas capturas y, en su mayoría, de tamaño reducido. Este año, sin embargo, hemos visto una notable mejora tanto en cantidad como en tamaño de bogas. Espero que no volvamos a tener una proliferación significativa de cianobacterias, para que la pesca, que hasta ahora viene siendo sumamente entretenida, no se vea perjudicada.
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1 Hora de pesca en kayak en el Rio de la Plata. Volvieron las Cianobacterias
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